Març 9, 2021 –
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09 mar 2021
No estará demás que declare, ante todo, que no soy feminista, no pertenezco a ningún partido, no exploto ni me sirvo de ninguna grey, no ejerzo ningún apostolado, no tengo religión alguna ni rumio en ningún rebaño académico o moraliteísta.
Solo creo en mi dios interior que sueña con mis sueños, duerme, se solaza y aspira en cada uno de los estremecimientos de la Naturaleza buscando constantemente una forma siempre más bella en la fantasmagoría de los mundos y de los sueños…
Estoy libre de muletas. Me he emancipado de todas las iglesias religiosas y laicas.
No pertenezco a ninguna asociación “Pro Voto” ni soy del partido militarizado y militante del feminismo bélico.
Me repugna igualmente el ejército catequístico de ciertas damas de Estropajosa.
Gracias a muchas experiencias sufridas aprendí a huir de los rebaños, de las sociedades y de los credos, me libré de las muletas –según la feliz expresión de Krishnamurti- deserté de las barreras de la grey social y me siento libre para respirar en el campo abierto de mi individualismo reivindicando el derecho de todo ser humano.
La sociedad es la limitación fatal de los derechos individuales. En todos los tiempos, los partidos del “populacho de arriba” oprimieron al “populacho de abajo”. Pero aun cuando se inviertan los papeles todo volverá al punto de partida. (Maria Lacerda).
Ésta es la razón por la que no puedo aceptar ni el feminismo sufragista y mucho menos el feminismo de caridad. Mientras tanto la mujer se olvida de reivindicar el derecho a ser dueña de su propio cuerpo, el derecho a la propiedad de ella misma. Soy una indeseable, estoy con los individualistas libres, los que sueñan más alto una sociedad donde haya pan para todas las bocas, donde se aprovechen todas las energías humanas, donde pueda cantar un himno a la alegría de vivir en expansión de todas las fuerzas interiores, en un sentido más alto –para una limitación cada vez más amplia de la sociedad sobre el individuo. ¿Qué representa una guardería, un hospital o un derecho al voto ante la amplitud de nuestros sueños de redención humana por la propia humanidad? Es subir más alto el corazón y el cerebro, ver horizontes dilatados –mas allá del sectarismo religioso o de la superstición social gubernamental. ¿Eso es feminismo? Denle el nombre que deseen, importa poco. Lo que mi feminismo (no me agrada una expresión tan estrecha para un ideal tan amplio) reivindica es el “Derecho Humano”, el derecho individual , por encima de cualquier otro derecho, mas allá de los derechos limitados del parlamentarismo, por encima de cualquier otro derecho, más allá de los derechos de clase

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Autor font: Barcelona.indymedia.org