Desembre 9, 2020 –
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09 des 2020
la popularmente conocida como “ley de violencia de género” es otra aberración jurídica, que pretendiendo presuntamente combatir la desigualdad, la ratifica, dibujando un perfil de mujer débil necesitada de protección institucional, y un perfil de hombre como potencial autor de un delito del que no puede ser culpada una mujer. Más valdría un apoyo mutuo que no el incremento de la desigualdad; esta vez, legal. Sólo la visión feminista mayoritaria es capaz de aplaudir una política de castigo pero ineficaz hasta el extremo, inútil, que condena y encarcela hombres sin que exista un paralelo programa de prevención ni intervención efectivo. Al peor malpensado dan razones para concluir que al Estado le conviene generar delincuentes y presos, y no hombres sanos capaces de convivir con mujeres de forma prosocial. Beneficiarse de la criminalidad siempre fue un negocio para muchos. El problema no está en atrapar hombres después de que hayan maltratado o asesinado. El problema es que vivamos en torno a una cultura de la violencia, de insensibilización, de deshumanización; el problema son los roles tradicionales de género aún sin disolver; y un sistema socioeconómico que nos hace incuestionablemente dependientes y no independientes. Mientras no trabajemos por cambiar eso y sólo persigamos maltratadores, nuestra visión será cortoplacista e infructífera. El feminismo hoy por hoy es: Es la ideología de masas al servicio del poder. Exactamente lo que es el feminismo, por más que algunos le añadan el sufijo libertario. . El caso de la ley de género es especialmente sangrante, porque además consigue castigar también a las víctimas, de formas inimaginables para mucha gente. Que el feminismo defienda que lo público sea estatal desemboca en que a la educación pública le interese perpetuar las lógicas del capitalismo, la base de sustento del Estado de supuesto bienestar. Y quien negocia con cárceles, muros, alambradas, enemigos públicos, quien se beneficia de la desigualdad y el sufrimiento, quien ostenta el monopolio de la violencia colectiva, no va a combatir ninguno de estos males jamás. Precisamente en el feminismo las partidarias de lo punitivo dirigen, controlan y proyectan la accion del feminismo, porque a sus principales beneficiarias les ha convenido que así sea, han facilitado todos los medios para hacerlo posible. Así consiguen que hasta las perjudicadas por su política la defiendan. Y de esas estan las que se dicen “libertarias”, pero no convencen sus argumentos débiles. El día que consigan razonar entendiendo lo que dicen, sin repetir estúpidamente lo que han absorbido sin cuestionárselo, quizá puedan mantener una conversación interesante o darse cuenta de algo.El rotundo fracaso

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Autor font: Barcelona.indymedia.org