Octubre 27, 2021 –
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27 oct 2021
El manifiesto se debe a una iniciativa de Piotr Kropotkin y Jean Grave, quienes obtuvieron la firma de otras 13 personalidades (un error de interpretación en la firma de Antoine Orfila habría llevado a pensar que eran 14). Los penicitionarios: Christiaan Cornelissen,
Henri Fuss ,
Jean Grave ,
Jacques Guérin ,
Pierre Alexeiévitch Kropotkin ,
Charles-Ange Laisant ,
François Le Levé , de Lorient ,
Charles Malato,
Jules Moineau , de Lieja ,
Antoine Orfila , de Hussein Dey ( Argelia ),
Hussein Dey (firma mal interpretada) [ 11 ]
Marc Pierrot ,
Paul Reclus ,
Ph. Richard [ 12 ] , en Argelia,
Ishikawa Sanshirô [ 13 ] ( 石川 三四郎 , Japón),
Varlam Tcherkezichvili [ 14 ] .
Signatarios adicionales.
Federico Urales (España)
Jean Wintsch (Suiza).


La posición del Manifiesto fue en marcado contraste con la de la mayoría de los anarquistas de la época, muchos de los cuales denunciaron a sus signatarios y sus simpatizantes, y los acusaron de traicionar los principios anarquistas. Sobre el final de la guerra, Kropotkin se fue quedando cada vez más aislado, ya que muchos antiguos amigos cortaron sus vínculos con él. El movimiento anarquista ruso se dividió en dos. con una parte apoyando a la posición de Kropotkin . Los anarquistas de Moscú se dividieron en dos grupos, la facción mayoritaria apoyando a Kropotkin y a los “defensistas”; la fracción menor de tendencia antibélica, respondió abandonando el anarcocomunismo de Kropotkin y abrazando el anarcosindicalismo En otras partes de Europa, incluso en los movimientos anarquistas españoles y suizos, la impugnación del Manifiesto fue abrumadora, y sus partidarios fueron airadamente denunciados y marginados.
Como resultado de este firme apoyo a la guerra de Kropotkin, muchas de sus viejas amistades cortaron relaciones con él, mientras que su popularidad declinó. En consecuencia, Kropotin fue quedando cada vez más aislado durantes sus últimos años en Londres, antes de retornar a Rusia luego de la revolución.
En Piotr Kropotkin: Sus ideas federalistas(1922), una visión general de los escritos de Kropotkin escrita por Camillo Berneri, el autor expuso una crítica a su actitud militarista. Berneri escribió, “con su actitud pro-guerra Kropotkin se separó del anarquismo”, y afirmó que el Manifiesto de los dieciséis “marca la culminación de la incoherencia entre los anarquistas a favor de la guerra; [Kropotkin] también apoyó a Kerensky en Rusia sobre la cuestión de la prosecución de la guerra”.
Los anarcosindicalistas españoles, que se opusieron a la guerra aduciendo que ninguna de las facciones estaba del lado de los trabajadores, repudió airadamente a sus antiguos ídolos (incluidos Kropotkin, Malato y Grave) tras descubrir que habían escrito el manifiesto. Un pequeño número de anarquistas en Galicia y Asturias no estuvo de acuerdo y fueron acaloradamente denunciado por la mayoría de los anarcosindicalistas de Cataluña (quienes prevalecían en el sindicato anarquista Confederación Nacional del Trabajo).
En Febrero de 1915, treinta y seis anarquistas, incluidos Alexandre Berkman, Luigi Bertoni, Henri Combes, Emma Goldman, Hippolyte Havel, Errico Malatesta, Ferdinand Domela Nieuwenhuis, publican en Londres, Inglaterra, (Reino Unido) una declaración titulada “La Internacional Anarquista y la Guerra”: “La verdad es que la causa de las guerras, de lo que actualmente ensangrenta las llanuras de Europa, como de todas las que la tienen. precedida, reside únicamente en la existencia del Estado, que es la forma política del privilegio.
El estado nació de la fuerza militar; se ha desarrollado mediante el uso de la fuerza militar; y es de nuevo en la fuerza militar que lógicamente debe confiar para mantener su omnipotencia. Cualquiera que sea la forma que adopte, el estado no es más que una opresión organizada en beneficio de una minoría privilegiada. […] Hay que aprovechar todos los movimientos de revuelta, de todo el descontento, para fomentar la insurrección, para organizar la revolución,del cual esperamos el fin de todas las inequidades sociales. Sin desánimo, incluso ante una calamidad como la guerra actual.
Es en tiempos tan turbulentos cuando miles de hombres dan heroicamente su vida por una idea, que debemos mostrar a estos hombres la generosidad, grandeza y belleza del ideal anarquista; justicia social lograda por la libre organización de productores; la guerra y el militarismo suprimidos para siempre; toda la libertad conquistada por la destrucción total del Estado y sus cuerpos coercitivos.“La grandeza y la belleza del ideal anarquista; justicia social lograda por la libre organización de productores; la guerra y el militarismo suprimidos para siempre; toda la libertad conquistada por la destrucción total del Estado y sus cuerpos coercitivos”.

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Autor font: Barcelona.indymedia.org